Bienvenid@!!!

Bienvenido/a a mi diario, un espacio donde hago "público" lo que antes de la existencia de los blogs sólo podía quedar reservado al ámbito privado, y que gracias a la posibilidad de quedar en el anónimo me atrevo a mostrar.

¿Por qué hacer público lo privado?
Porque siempre quise escribir para un lector que pudiera sentirse identificado, validado y comprendido con mis sentires, porque siempre quise escribir para que otros pudieran sacar provecho de mis experiencias y aprender de mis errores, porque siempre quise compartir pensamientos que de alguna u otra manera pudieran ayudar a otros. Nunca imagine que además pudiera obtener el inmenso beneficio del feedback que la opinión, comentarios, y pensamientos de los lectores me puede otorgar. Lo que invierte un poco lo que pretendía lograr, ya que terminó siendo yo la más beneficiada!

Los blogs han superado mis expectativas entorno a la posibilidad de compartir, le han dado una nueva dimensión.
Espero que de alguna manera puedas llevarte algo de este pequeño espacio que tanto pretende!

miércoles, 2 de febrero de 2011

Reverdeciendo


Como el cesped en mi ex-jardín lodoso, así me siento, con nuevos bríos y ganas de escribir.
La naturaleza hizo su magia y todo el verde de mi casa reluce, sólo faltaba un poco de paciencia. La naturaleza tiene sus ciclos al igual que las mujeres. Pero la sociedad patriarcal en la que vivimos nos enseña a ser impertinentes con los ritmos naturales, propios(en el caso de nosotras mujeres) y ajenos(en el caso de la naturaleza).

Al observar la variada flora que tengo en mi casa y sus ciclos de crecimiento he aprendido que el tiempo es un factor importante en la vida y que todo tiene sus ciclos, que la muerte y resurrección es parte de la vida y la inmediatez sólo corre en los ritmos del consumo frenético en que los individuos nos hemos sumido en la actualidad.

Como mujer, y como ser viviente inmersa en un planeta viviente, no puedo ser ajena a los ciclos de la naturaleza, mis ritmos, humor y estados anímicos suelen estar influenciados por los ritmos de la naturaleza y las estaciones. Si aprendemos a fluir con ello en vez de empecinarnos por estar desconectados y ajenos al mundo natural que nos rodeo seguramente podremos sacar mayor provecho de cada ciclo y estación, además de poder finalmente encontrar la armonía con nosotros mismos y nuestro entorno.